martes, 5 de mayo de 2009

De Regreso...

Y la incomodidad paso de largo sin pena ni gloria y subí al avión y llegué justo a donde me gusta estar, al mejor lugar de este planeta… Las Manos de Mi Amo.

Fue un encuentro maravilloso y no, lejos de lo que nadie que me conozca pueda pensar, no pasó así como:

“En cámara lenta nos fuimos acercando mientras nuestras miradas se fundían hasta llegar a un abrazo pletórico y cubrirnos de besos”…

No, fue un encuentro como si el día anterior nos hubiéramos visto, preguntar si tuvimos buen viaje y un leve beso en la mejilla… Ni campanitas, ni luces destellantes.

Pero yo, al verlo esperándome si volaron las mil y un mariposas dentro de mi estómago, ese tiempo sin verlo hizo que las mariposas descansaran y tomaran fuerza porque pensé que se saldrían por mi boca.

Tengo mucho que agradecerle a Mi Amo como siempre, pero sobre todo lo que pasó, lo que sentí, lo que viví, debo agradecerle la enorme paciencia que me tiene, la atención que pone en lo que me pasa y no hablo solo físicamente sino principalmente, en mis emociones, despejó dudas, acabo de quitar miedos…

Siempre me declaré suya, siempre lo he dicho, pero después de cada encuentro, me siento más y más suya.

Pasé antes de este encuentro, mucho tiempo llena de pensamientos, de sensaciones y emociones mal explicadas, toda yo hecha un lio y todo por no hablar con claridad y no querer entender las cosas. De esto hablaré en otro tema, porque este es para decirles a todo pulmón que soy feliz, muy feliz de ser quién soy y de estar con quien estoy.

Gracias Mi Amo, de verdad muchas gracias.

monique[V]

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